En una celebración tan importante como la primera comunión, cualquier detalle tiene su importancia. Yo siempre os hablo desde el punto de vista del padre o la madre que ve como su hijo o hija da este paso clave en la vida de cualquier cristiano. Me gusta daros el punto de vista del progenitor. Del que organiza y hace todo lo posible para que sea el día más feliz de la vida de su pequeño. Y muchas veces lo hago recordando cuando fui yo el que tomó su primera comunión. De aquel día evoco muchos momentos. Pero hay algo que siempre me ha llamado la atención, y es que tengo en la memoria hechos que pueden parecer nimios y que, sin embargo, se me han grabado a fuego. Los centros de mesa para primera comunión son uno de ellos.
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Alguien puede pensar que es algo baladí. Nada más lejos de la realidad. Pero no solo por el hecho general de que todo, hasta el más mínimo pormenor, alberga consideración; sino por algo más profundo: los centros de mesa para primera comunión será lo primero que vea nuestro hijo o hija al llegar al lugar del banquete.
Mirará esa mesa, que es la suya, la que se ha hecho por él, y su aspecto se empapará en la mente. Por eso los adornos que conformen el centro de mesa deben ser escogidos con suma pulcritud. Demos a la elección la importancia que merece. Que cuando nuestro pequeño vea la mesa se le humedezcan los ojos de lo bonita que esta.
¿Qué centros de mesa para primera comunión son los más habituales?
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Para diseñar centros de mesa para primera comunión hay que tener en cuenta, obviamente, la edad del homenajeado. A partir de ahí podremos comenzar a pergeñar lo que será. Estos son los elementos más habituales.
- Tarjetas: una opción original y atractiva es juntar en la mesa un buen número de las muchas tarjetas que el niño o la niña habrán recibido en los días previos a la ceremonia. Escoger entre todas ellas las que, por el color o la forma, puedan hacer bien la función de centro de mesa.
- Flores: los centros de mesa para primera comunión de flores son, quizás, los más clásicos. Pero esta vez no os voy a decir eso de que hay que modernizarse. En este caso lo clásico me encanta. Un centro de mesa de flores con tonalidades suaves es realmente precioso.
- Regalos: probablemente sean los centros de mesa de primera comunión que más alegrarán al homenajeado. Toda la mesa llena con sus regalos. ¿Se puede pedir más?