Actualmente, casi no hay evento, ni por supuesto primera comunión, que no incluya su mesa de chucherías o candy bar. Se trata de un rincón especial dedicado al dulce, las gominolas, los caramelos, los pasteles, la alegría y el colorido, donde los más pequeños van a poder disfrutar de las mejores chuches a la hora de la merienda… ¡Que primero hay que comer!
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Hoy vamos a ver algunas ideas y consejos para que podáis crear vuestro propio candy bar, personalizado y muy bonito; un lugar que, además, ayuda a decorar la primera comunión de una forma especial, puesto que suelen ser rincones muy coloridos y divertidos con los que puedes jugar para diseñar un espacio verdaderamente especial. Tienen muchas posibilidades y hoy vamos a descubrir cómo puedes hacer el tuyo propio de una forma sencilla.
- La elección de la mesa. Si colocas una muy grande, queriendo llenar el espacio o creyendo que así será más espectacular, puede resultar más complicado llenarla y el resultado, si se ve vacía, va a ser muy diferente al deseado. Por eso, es más aconsejable que pongas una no tan grande pero que consigas vestir como el evento merece; y si se acaban las chuches siempre puedes guardar alguna para ir reponiendo… Es mejor pecar de menos que poner esa misma cantidad en una mesa excesivamente enorme porque quedará desangelada.
- El estilo. Aquí dependerá de vuestros gustos, principalmente. Puedes colocar una mesa con algún diseño antiguo, tipo escritorio, o una con aires vintage o incluso un carrito de madera. Si no tienes en casa ningún mueble que puedas utilizar no pasa nada, hazte con unos caballetes y un tablero y pon por encima un mantel o tela que cubra la estructura.
- La distribución de las chucherías. Si quieres aprovechar el espacio disponible otra idea es que lo hagas hacia arriba, es decir, en diferentes alturas. ¿Cómo lo puedes hacer? Una buena alternativa son los típicos soportes de pasteles, que tienen varias alturas, para poder poner en cada una de las bases distintos cupcakes de colores, por ejemplo. También puedes poner alguna barquilla sobre la mesa, o un recipiente muy grande lleno de caramelos…
- Las golosinas. A los niños les gustan casi todas las golosinas. Tampoco te pases comprando o al final te vas a volver a casa con un cargamento de gominolas que no sabrás qué hacer con él. Es importante que te fijes en su composición, sobre todo si sabes que habrá algún niño celíaco o con alguna intolerancia en el evento.
- Los colores. Las gominolas, caramelos y chucherías son en sí mismas muy coloridas. Por eso, una idea que puedes llevar a cabo en tu propio candy bar es apostar por colores neutros para la mesa (el mantel o tela, los vasos y servilletas, o si colocas algún otro elemento decorativo) y dejar que sean chuches las que llenen de color este rincón.
- La decoración del candy bar. Al margen de que el candy bar se convierta en un elemento decorativo en la primera comunión de tu niño, también puedes decorar este rincón con alguna guirnalda, banderines, algún cartel, flores… Incluso hay quien añade elementos para que los más pequeños se puedan disfrazar, como caretas o accesorios para hacerse unas divertidas fotografías.
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Como has podido comprobar, se trata de personalizar al máximo esta mesa de chucherías o candy bar, de modo que con todo el potencial que tienen los colores de las gominolas y añadiendo algún toque decorativo consigas diseñar un dulce rincón chulísimo que hará las delicias de los más pequeños. ¡Y de alguno no tan pequeño también!
Las imágenes las he visto en el blog My Little Bloom.